¿Cómo evitar el aislamiento de los mayores en plena ola de frío?

Frente a la generalizada creencia de que los mayores son más vulnerables al frío, habría que puntualizar que son las personas con problemas respiratorios o enfermedades crónicas las que sufren más las consecuencias de las bajas temperaturas. No se trata pues de una cuestión de edad, sino de salud.  

Sin embargo, con la llegada del frío intenso los mayores suelen aislarse en sus hogares y evitan salir a la calle. Esto suele generar situaciones de soledad al reducir considerablemente el contacto con los vecinos o conocidos con los que habitualmente se relacionan y, como hemos explicado en varias ocasiones en nuestro blog, la soledad perjudica seriamente la salud de las personas en una edad avanzada. Por eso es importante que no renuncien a los beneficios de sentirse acompañados.

Pasear, la solución ideal para socializar.

Salir a la calle es fundamental para los mayores, incluso en invierno. Por eso es importante que salgan a pasear, pero tomando siempre ciertas precauciones antes de abandonar el hogar en busca del paseo diario y la compañía de los amigos y vecinos. Abrigarse bien con ropa cálida es obligatorio, sin olvidarse de gorros y guantes, ya que la mayoría del calor corporal se pierde por la cabeza y las manos. Una mención especial merece el calzado, que debe ser cómodo, cálido y antideslizante para evitar caídas producidas por el suelo húmedo y resbaladizo. Además, deben de intentar salir en las horas medias del día, que es cuando las temperaturas son más suaves, evitando salir de noche o a primeras horas de la mañana.

En caso de que la situación sea realmente adversa (nieve, lluvia, fuertes vientos, etcétera), los mayores han de buscar actividades indoor en las que poder participar y socializar, como eventos, fiestas, visitas o talleres de formación. Tanto en instituciones publicas, como ayuntamientos y diputaciones, como en el ámbito privado, se pueden encontrar actividades de este tipo.

La dieta también es importante, ya que el frío hace que las necesidades calóricas aumenten. Por ello, haremos comidas frecuentes y no muy abundantes, dando prioridad siempre a las comidas calientes como las legumbres, las sopas o los guisos, sin olvidarnos de aquellos alimentos que nos ayudan a llevar una dieta saludable como son las verduras y la fruta. Organizar comidas con amigos y familiares en nuestra casa nos mantiene activos y en contacto con las personas a las que queremos.

Otra opción para mantener una vida social activa durante el invierno es visitar a la familia o los amigos. Además, estas visitas les permitirán poner al día a sus familiares sobre su situación personal.

Por último, no se nos olvide que los usuarios de los servicios de teleasistencia no tienen por qué sentirse aislados, ya que los profesionales de este servicio están preparados para atenderle y escucharle en todo momento.

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