La tecnología permanece alerta mientras usted descansa
Un sensor
puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Por María de Jesús García Velázquez de Grupo Neat
La
sintomatología de algunas enfermedades crónicas permite a la persona que la
padece pedir ayuda o acudir al médico si es necesario. Sin embrago, hay otras
enfermedades crónicas en las que el enfermo, durante la aparición de una
crisis, no es capaz de pedir auxilio. Tal es el caso de los
enfermos de epilepsia. Esta enfermedad es un trastorno neurológico que a nivel
mundial afecta a más de 50 millones de personas de todas las edades y que en
muchos pacientes provoca ataques epilépticos con convulsiones. En España se
calcula que existen más de 300, 000 casos de enfermos de epilepsia.
Pero la medicina
no es una ciencia aislada que evoluciona de forma independiente, sino que los
avances de la medicina están estrechamente relacionados con los adelantos
tecnológicos. Cada día más, la medicina
se vale de dispositivos que apoyan el tratamiento y control de enfermedades y
que incuestionablemente mejoran la
calidad en el cuidado de los pacientes.
El
campo de la epilepsia no es una excepción. La multinacional Grupo Neat ha
posicionado en el mercado europeo y americano un dispositivo llamado sensor de epilepsia.
Se trata de un dispositivo rectangular flexible que puede ser colocado debajo
de la cama o de una silla; cuenta con un sofisticado software incrustado que
permite monitorizar los movimientos de una persona tumbada o sentada. Incluso
puede detectar la respiración, los latidos del corazón y los movimientos más
rápidos, como espasmos musculares que aparecen cuando la persona sufre
un ataque epiléptico.
Cuando
el paciente se encuentra recostado o sentado en la cama o en una silla
respectivamente, y es sorprendido por un ataque convulsivo, el sensor de forma
instantánea envía una alarma sonora o inalámbrica para que el cuidador acuda a prestar el
auxilio pertinente.
Este
aparato puede ser usado por cualquier paciente a partir de los dos años de
edad; además la sensibilidad del sensor es ajustable de acuerdo al peso del
paciente.
El
sensor de epilepsia se ha convertido en el dispositivo ideal para auxiliar a
los cuidadores durante la noche, quienes pueden descansar con más tranquilidad
gracias a la certeza de saber que ante cualquier emergencia, el dispositivo les
enviará una alarma. «El dispositivo es excelente, cumple ampliamente con las
necesidades que uno como padre puede tener en una casa, se duerme tranquilo
mientras la tecnología vigila, uno se olvida de la enfermedad, es una
herramienta de primer nivel para el control de las convulsiones luego de
detectarlas», afirma el Dr. Walter Rodríguez, padre de un menor con epilepsia.
Los familiares o
profesionales de salud que se encargan del cuidado de un enfermo crónico
reconocen que es fundamental contar con los medios adecuados para saber, de
forma inmediata, el momento en el que el paciente está sufriendo una crisis.
Tomar las medidas necesarias en el menor tiempo posible puede evitar graves
consecuencias; incluso, actuar de inmediato puede ser la gran diferencia
entre ayudar a salvar una vida o
perderla.
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