La teleasistencia: tecnología e innovación


Hace unos días el Servicio de Atención a las Personas de la Diputación de Barcelona organizó la jornada "La teleasistencia: tecnología e innovación al servicio de las personas", en el espacio Francesca Bonnemaison. La jornada fue ideada para ser un espacio para la reflexión en torno a la nueva etapa del Servicio Local de Teleasistencia, desde la evaluación del servicio a la propuesta de elementos y herramientas para la innovación.

Durante la jornada, Josep M. Canyelles, experto en RSE, director de Responsabilidad Global y Vector 5 realizó una conferencia inaugural sobre tecnología, innovación y territorios socialmente responsables. Se presentó el estudio de evaluación del Servicio Local de Teleasistencia realizado por Ivalua y Miquel Domènech, director del Grupo Estudios Sociales Ciencia y Tecnología (Gescit) realizó una reflexión en torno al marco ético, desde la perspectiva de las personas usuarias.

Entre las diferentes conclusiones de la jornada podemos destacar la importancia de la colaboración entre diferentes sectores, como sanidad y bienestar social, y la complejidad que la dimensión de ambas áreas conlleva, para mejorar la eficacia y la eficiencia del servicio de teleasistencia.

Se destacó el peligro de olvidarse de los usuarios a favor de la tecnología, ésta es facilitadora de muchos avances que tenemos al alcance, pero que requieren una gestión adecuada para optimizar los resultados. La tecnología es una herramienta que permite llevar a cabo ciertas acciones para mejorar la calidad de vida, pero la capacidad de gestionar de manera adecuada es cosa de las personas.

También se analizaron otros modelos de teleasistencia, como el inglés, donde la teleasistencia es más avanzada pero carece del papel social que se da en España, donde es normal que los usuarios establezcan comunicaciones por el simple deseo de hablar con alguien, y que el sistema de tele operadoras de que disponemos contempla y atiende con una eficacia óptima, no es posible en otros modelos más sofisticados en cuanto a tecnología.  

Otra de las conclusiones de la jornada es la dificultad de simplificar al usuario por franjas de edad o por tipología de discapacidad, se debe utilizar un espectro muy amplio para identificar las personas que son idóneas para recibir el servicio o que sacarán mayor provecho. 

Se hizo especial hincapié en que la tecnología es sólo una herramienta que nos permite una mejor gestión de la responsabilidad social pero sin olvidar en ningún momento que el objetivo de aplicar esta tecnología es mejorar el bienestar y la calidad de vida de los usuarios.

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