El 20% de la población mundial padece algún tipo de dolor crónico

El dolor crónico es uno de los problemas de salud más invisibilizados de nuestra sociedad, y ello a pesar de tratarse de un problema que afecta gravemente a la calidad de vida de los pacientes comprometiendo su capacidad de trabajar o realizar labores cotidianas como practicar deporte, conducir, caminar o incluso mantener relaciones sexuales. Además, esta enfermedad supone un importante coste para los sistemas públicos de salud.

De hecho, según los estudios más recientes publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi el 20% de la población mundial padece algún tipo de dolor crónico y de estos, uno de cada tres no puede vivir de forma independiente. La mayoría de personas que sufren de dolor crónico, viven en países con ingresos bajos. Sin embargo, los recursos de salud limitados no deben ser un impedimento para que los pacientes accedan a tratamientos paliativos y de alivio del dolor de calidad.

Por esta razón, en el año 2001 la OMS declaró el 17 de octubre como Día Mundial Contra el Dolor, tratando así de visibilizar este problema. El objetivo es que el dolor sea considerado una enfermedad y, por lo tanto, su tratamiento y alivio sea catalogado como uno de los derechos humanos.

La tecnología es importante a la hora de ayudar a estos pacientes, ya que puede poner en contacto a los enfermos con los profesionales para monitorizar su salud sin que el paciente tenga que desplazarse a su centro de referencia. Por otra parte, servicios como los de teleasistencia facilitan la independencia y la seguridad de los pacientes con dolor crónico en su propio hogar.

Desde nuestro blog queremos mostrar nuestro apoyo no solo a los pacientes que cada día luchan contra el dolor, sino también a los cuidadores que les ayudan y enviar nuestro reconocimiento a los profesionales que cada día trabajan por paliar esta enfermedad.