¿Cómo sacar partido a la estimulación cognitiva?

La estimulación cognitiva es una actividad consistente en estimular las capacidades mentales de los mayores con la intención de mejorar o mantener el funcionamiento cognitivo existente y rálentizar el deterioro producido por la edad a través de una serie de ejercicios basados en la memoria, el cálculo o el razonamiento.

Con el paso de los años nuestro organismo cambia tanto física como mentalmente y, en muchos casos, se sufre una reducción de nuestras capacidades cognitivas. 

Para reducir el impacto del envejecimiento en nuestras capacidades mentales, es necesario realizar una serie de ejercicios que nos ayuden a mantener nuestra mente sana y entrenada a través de la estimulación cognitiva.

Muchas instituciones, tanto públicas como privadas, ofrecen este tipo de terapia en una gran variedad de modalidades y adaptadas a los diferentes tipos de paciente, con ejercicios diferentes según la situación del mayor y los objetivos a conseguir.

¿Cómo practicar la estimulación cognitiva en nuestro propio hogar?

La estimulación cognitiva se ha demostrado altamente eficaz tanto para los mayores que padecen algún tipo de trastorno como para los que no y además no necesitamos ser profesionales para ayudar a nuestros familiares a practicarla. Con tan solo una serie de sencillos ejercicios que pueden realizar a diario en su propio hogar mantendrán e incluso mejorarán sus capacidades cognitivas.

A continuación, os dejamos algunas ideas muy sencillas:

• Entrenamientos en orientación: simplemente preguntarles donde están, qué día es, qué planes tienen para el día, etcétera les ayudará a orientarse y mantener un conocimiento adecuado de su entorno y su situación. Además, este tipo de ejercicios se pueden llevar a cabo con una simple llamada diaria de teléfono y una conversación agradable.
• Ejercicios de cálculo: podemos requerirles para que hagan pequeñas operaciones mentales de cálculo, más o menos complicadas en función de su estado. También son muy útiles algunos pasatiempos como los sudokus que invitan a trabajar con números de una manera entretenida.
• Prácticas de descripción: describir lugares, situaciones o personas mejora la capacidad del lenguaje. 
• Actividades de memoria: preguntarles por actividades pasadas, tanto en el largo tiempo como en el corto, ayuda a trabajar la memoria. ¿Qué comiste ayer? ¿Cómo fue tu infancia? ¿Qué te hiciste el fin de semana pasado? Son preguntas sencillas que pueden ayudarles.
• Lectura y escritura: por supuesto, la lectura y la escritura ayudan muy positivamente. Podemos incentivar estos hábitos con actos tan sencillos como regalarles libros, comprarles prensa actual o invitándoles a escribir la lista de la compra.  

Por sencillos que parezcan, este tipo de ejercicios, realizados diariamente, puede ayudarnos a mantener una salud mental más solidad a la vez que prevenimos el desarrollo de enfermedades mentales y mantenemos una vida independiente y saludable.